La ciudad que llevo en el alma


«Algo hizo metástasis propagando por toda la ciudad problemas que se pudieron solucionar cuando apenas iniciaban»

 

La prensa local hace poco publicó algunos temas que nos recuerdan problemas irresolutos de la ciudad y la necesidad de ejecutar soluciones efectivas de una vez por todas sin más dilaciones ni aplazamientos. El no tomar decisiones ni hacer las inversiones requeridas para atender el desarrollo de Armenia representa un costo enorme que se multiplica con el paso del tiempo hasta constituir un pasivo de grandes proporciones que pagarán los jóvenes y las próximas generaciones.

Me refiero a noticias como la publicada por El Quindiano titulada Arrancó operativo para despejar el espacio público (03-03-2023), en la que se alude a las acciones emprendidas en cumplimiento de un fallo judicial por parte del alcalde de Armenia con apoyo de policía y ejército en el sector del parque de Los Fundadores invadido por ventas informales. Lo sorprendente es que, según se lee, la medida se ejecuta una década después de haber sido ordenada por un fallo judicial: «El alcalde Ríos le dijo a EL QUINDIANO que la medida se toma de acuerdo con la decisión del Juzgado Cuarto Administrativo del Circuito, que desde el 2013 ordenó la recuperación del espacio público del centro de Armenia y otras zonas de la ciudad, tras una Acción Popular impetrada por el ciudadano Germán Obando Roa y coadyubada por el exmagistrado de la Corte Constitucional Jorge Arango Mejía (q.e.p.d)».

De igual manera, la Nueva Crónica del Quindío en cuatro de sus editoriales se ocupa de problemas que pasaron a ser estructurales por falta de soluciones. En el primero, que lleva por título Tarea (01-03-2023), hace un inventario del abandono en que están los insuficientes parques de la ciudad, así como de la precaria oferta de sitios para la cultura como museos, teatros y bibliotecas. En el segundo editorial, Ahogados (03-03-2023), afirma que Armenia colapsó presa de un monumental caos vehicular con filas interminables de vehículos, que la ciudad tiene las mismas vías de hace veinte años mientras el parque automotor creció de forma exponencial tiempo durante el cual hubo una precaria inversión en infraestructura vial y que el sistema integrado de transporte público, que inició en 2009, quedó a medio camino.

El tercer editorial, Para mañana es tarde (04-03-2023), se refiere al parqueo indiscriminado de vehículos sobre las vías públicas, andenes, paraderos de buses y frente a centros comerciales, además de la falta de medidas como la implementación de zonas azules. El último editorial titulado Es mejor prevenir (05-03-2023), se ocupa del riesgo al que están expuestos los estudiantes al cruzar calles y avenidas de alto tráfico frente a sus instituciones educativas por sitos que carecen de zonas peatonales debidamente demarcadas, situación que empeora ante la falta de programas de cultura ciudadana y la poca precaución de conductores y estudiantes.

Definitivamente algo hizo metástasis propagando por toda la ciudad problemas que se pudieron solucionar cuando apenas iniciaban y que no sucedieron de un año a otro, sucedieron por acumulación progresiva de dificultades menores que no se remediaron a tiempo o que fueron atendidas erróneamente, algunas bajo la lógica de la politiquería. Por consiguiente, las consecuencias se acumularon y todo adquirió dimensiones mayores de gran complejidad cuyas soluciones requerirán esfuerzos e inversiones enormes que precisarán de una nueva mirada de ciudad.

Me resisto a creer que un municipio como Armenia de 316.926 habitantes no pueda ser planificado de forma que se garantice un ordenado desarrollo y calidad de vida para sus habitantes. No puedo aceptar que en esta ciudad sea casi imposible construir avenidas y vías con las especificaciones necesarias para proyectar su crecimiento y movilidad. No puedo admitir que en esta capital de departamento se tan difícil mantener espacios públicos para la libre circulación y el disfrute ciudadano. No puedo concebir que en la Ciudad Milagro haya tan limitadas oferta de infraestructura de museos, biblioteca y teatros. Me es difícil entender que no nos pensemos de forma conjunta con municipios como Salento, Circasia, Calarcá, La Tebaida, Montenegro y Quimbaya para estructurar un sistema integrado de transporte, conservar cuencas hidrográficas compartidas y construir acueductos regionales y plantas de tratamiento de aguas residuales con características metropolitanas. No olvidemos que la suerte de Armenia está ligada a la suerte de los municipios circunvecinos y que Armenia y el Quindío son patrimonio compartido.

En definitiva, creo que necesitamos un nuevo paradigma de desarrollo y de administración de lo público, pues los existentes probaron ser ineficientes a la hora de responder a las necesidades de la ciudad y sus habitantes.

 

Armando Rodríguez Jaramillo

Correo: arjquindio@gmail.com   /   Twitter: @ArmandoQuindío   /   www.quindiopolis.co

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2 Comentarios

  1. Es la realidad, la conocemos y debemos apoyar para promover el desarrollo y el progreso de nuestra ciudad y por ende del querido departamento del quindío. Que se cumplan las tantas promesas que vienen detras de cada gobierno municipal y departamental.

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  2. Gracias por su comentario, por sus valiosas opiniones.

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