Un centro de pensamiento para el futuro del Quindío

 

«Es el momento de darle un giro transcendental a nuestra historia, pero esto demanda mentalidades renovadas y visionarias, liderazgos innovadores y arrolladores e ideas nuevas y disruptivas».


 No es un secreto que en el Quindío se han dado pocos ejercicios de prospectiva, categoría en la que no se pueden incluir los planes de desarrollo departamentales y municipales por ser ejercicios de corto plazo y escasa continuidad, realidad que nos debería cuestionar acerca de nuestra concepción del desarrollo. En consecuencia, cada vez es más apremiante la necesidad de explorar los futuros posibles como alternativas que pueden acontecer (es el campo de las posibilidades y potencialidades), para luego someterlos a un filtro mediante un riguroso análisis basado en hechos y datos de tipo cuantitativo que permitan identificar los futuros probables, o sea aquellos que tienen chance de ocurrir. A partir de estos, debemos desvelar los futuros deseables entre aquellos que tengan mayores probabilidades de suceder y realizase, y que se seleccionan en arreglo a los valores y preferencias que la sociedad les otorga identificando lo que se debe hacer para alcanzarlos.

Lea: Quindianidad se escribe con Q.

Pero estos estudios de futuro (prospectiva) no se dan por generación espontánea ni se encuentran en Google ni viene empaquetados en un software ni mucho menos se logran contratando expertos externos. Esta exploración de futuros posibles, probables y deseables requiere de visión y compromiso colectivo, demanda talento humano y voluntad de cambio, precisa de responsabilidad generacional para no dejar de herencia las condiciones que tenemos. Y es, además, darnos cuenta de que no podemos seguir haciendo lo que ya comprobamos que no funciona. Para esto es vital que la academia aporte una metodología prospectiva y que dispongamos de una dirigencia pública y privada dotada de liderazgo renovador que haga las mejores escogencias, que comprenda los aprendizajes del pasado y actúe en el presente para construir un mejor mañana. Así las cosas, los futuros posibles son el campo de los visionarios guiados por la percepción, los futuros probables son el ámbito de los analistas e investigadores que usan herramientas estructurales y metodológicas, y los futuros deseables son el escenario de los líderes y transformadores sociales fundamentados en métodos participativos y consensuados. Es por esto por lo que se necesitan más líderes innovadores que líderes ejecutivos, los primeros se preguntan por el cambio los segundos se centran en la eficiencia y la productividad.

Así que no basta con un estudio de futuro que nos marque la ruta a seguir, también se requiere de un cambio en la forma de administrar los determinantes del desarrollo y del modelo político - administrativo. Necesitamos de quindianos en el alto gobierno y con mayor presencia en escenarios como el congreso de la República donde solo contamos con el 1,02% (tres representantes a la cámara) de los 295 congresistas que tiene la nación. Realidades como estas nos hacen intrascendentes ante el Gobierno Nacional al punto que para los anunciados diálogos vinculantes para discutir las prioridades de los departamentos con miras a la formulación del Plan Nacional de Desarrollo 2022 - 2026 el Quindío no se tuvo en cuenta. A esta escasa participación política hay que sumarle que publicaciones como el Panel de Opinión de la firma Cifras & Conceptos, que desde 2009 entrevista cada año cerca de 1.500 líderes de opinión del país, nunca ha entrevistado a un quindiano.

 Lea: A gerenciar el futuro.


Centro de pensamiento

Por tanto, hoy más que nunca necesitamos un centro de pensamiento que se encargue de liderar la identificación de futuros posibles, probables y deseables, que sirva de escenario para debatir y consensuar visiones prospectivas. Un centro de pensamiento que convoque y lidere una discusión amplia y objetiva sobre temas transcendentales para el bienestar de los quindianos como son la transición hacia una agricultura de precisión y hacia aglomeraciones de empresas (clústeres) de manufactura avanzada, agroalimentos y turismo de experiencias, la transformación digital en todos los campos, la apropiación de la innovación y de la I+D, la globalización del territorio, la creación de empleo digno, estable y de calidad, la conservación de los ecosistemas y de los suelos agrícolas y de protección, la ordenación del territorio con determinantes para la expansión urbana, la conurbación y las realidades metropolitanas, las ciudades inteligentes y sostenibles, el abastecimiento de agua para las necesidades urbanas y rurales, la calidad de la educación en todos los niveles, la estructuración de un nuevo pensamiento político, la edificación de una sociedad menos desigual y más incluyente, el fortalecimiento de quindianidad y la conservación del patrimonio cultural, amén de muchas otras cosas que podríamos imaginar y hacer realidad para nuestra sociedad, para nuestro territorio.

Como vivimos en tiempos inciertos y cambiantes, es el momento de darle un giro transcendental a nuestra historia, pero esto demanda mentalidades renovadas y visionarias, liderazgos innovadores y arrolladores e ideas nuevas y disruptivas.

 

Armando Rodríguez Jaramillo.

arjquindio@gmail.com   /   @ArmandoQuindio

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2 Comentarios

  1. Una reflexion importante, que debe sensibilizar a todos los Quindianos ávidos de poder en esta carrera para alcanzar instancias de decisión y que no sigan pasando desapercibidos en temas de resultados positivos para el desarrollo de nuestro territorio, soñarlo y hacerlo realidad es la premisa

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