Reflexiones deshilvanadas sobre tener un hijo, sembrar un árbol y escribir un libro

 


«Siempre es bueno tomarnos un tiempo para reflexionar sobre lo que somos y también sobre la herencia y el legado que dejaremos a las siguientes generaciones». 


Por: Armando Rodríguez Jaramillo

La frase «Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro» se ha escuchado por generaciones. Algunos dicen que viene de la adaptación de un relato profético de Mujámmad o Mahoma [570 – 632 n.e.], Mensajero del Islam, otros se la atribuyen al político y pensador cubano José Martí [1853 – 1895 n.e.]. Sin importar su origen, es claro que la vida no termina cuando se hacen estas tres cosas ni empieza cuando se han logrado, pues no se podría afirmar que se dejó de vivir plenamente por no haber tenido un hijo ni haber plantado un árbol ni escrito un libro.

Frases como estas pueden ser objeto de múltiples interpretaciones, y para muestra, un botón: el significado para un adolescente puede ser diferente que para una persona de mediana edad o para alguien en etapa senil. Los primeros la pueden entender como un propósito para la vida, los segundos para hacer un balance de lo logrado y los últimos para evaluar su trasegar por la existencia. También tendrá acepciones particulares para la sociedad actual si se la compara con lo que pudo representar para los que vivieron en el siglo pasado o en el XIX, pues tener hijos hoy no es prioridad para muchas parejas, sembrar un árbol no está en la mente de gran parte de la población urbanita y a escribir —y leer— se le dedica poco tiempo en esta época de tecnología e inteligencia artificial. Lo que permite concluir que esta frase que reconoce tres cosas que trascienden la existencia de una persona, tiene interpretaciones que superan su significado semántico.

Tener un hijo es una experiencia maravillosa; sin embargo, algunos no pueden biológicamente ser padres y otros han decidido no serlo (decisión que siempre debería estar abierta a una reconsideración). De cualquier forma, el mensaje tiene dos facetas. En primer lugar, se relaciona con ese ser preciado a través del cual asumimos la responsabilidad de preservar la especie y al que se le hereda el legado recibido de los antepasados para que lo transmita a sus descendientes. En segundo lugar, tiene que ver con la responsabilidad intergeneracional de pasar el relevo a los que vienen. Es una invitación a preservar la familia como la célula de la sociedad, a fomentar la importancia de las relaciones humanas y el buen trato y a cultivar valores cívicos. Porque como dijo Enrique Tierno Galván [1918 - 1986]: «Todos tenemos una casa, que es el hogar privado; y la ciudad, que es el hogar público».

Plantar un árbol es una invitación a preservar los recursos naturales y convivir con las especies con las que compartimos el planeta. Además, transmite la idea de sembrar para el futuro, para los que no han nacido. Un árbol significa sombra y frutos, y cosechas por venir. Se relaciona con generar ideas, hacer planes y realizar proyectos, es pensar desde el futuro el presente que tenemos.  

Escribir un libro, más que redactar sobre una hoja o en un medio digital, se puede interpretar como la meta que nos debemos trazar para dejarle un bien a la sociedad. Es, por un lado, desde nuestro quehacer profesional, aficiones e intereses, generar los medios para transmitir y compartir conocimientos y saberes; y por el otro, tener la capacidad de contar y narrar historias, propias o ajenas, que sean fuente de inspiración.

Pero, no basta con tener un hijo, sembrar un árbol o escribir un libro, pues la responsabilidad y el compromiso son mayúsculos ya que un hijo necesita de hogar, crianza, techo, salud, alimento y educación; un árbol demanda siembra, abono, regadío, poda y recolección de frutos; y un libro debe ser escrito, releído, corregido, editado y publicado para sus lectores.

Siempre es bueno tomarnos un tiempo para reflexionar sobre lo que somos y también sobre la herencia y el legado que dejaremos a las siguientes generaciones.


Correo: arjquindio@gmail.com  /  X: @ArmandoQuindio  /  Blog: www.quindiopolis.co

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