«Hay un proverbio que dice que la oportunidad no toca dos veces la misma puerta».
En el artículo El embalse se secó (2015) me referí a la represa sobre el río
Navarco o embalse multipropósito, proyecto estratégico que cayó en el olvido a
pesar de haber sido pensado como el gran reservorio de agua que alimentaría acueductos
urbanos y rurales y demás necesidades hídricas del departamento.
Un poco de historia
Cada que hablo del embalse me remonto a 1987 cuando tuve la grata experiencia de participar en el Plan de Desarrollo Agrícola Integrado de la Cuenca del Quindío formulado mediante cooperación internacional entre la JICA del Japón y la CRQ. Por aquellas calendas formé parte del equipo de trece técnicos colombianos que hicimos de contrapartes de igual número de consultores nipones, grupo del cual salió una comisión de hidrólogos, geólogos y agrólogos con la tarea de evaluar las cuencas hidrográficas con mayor potencial para la construcción de una presa. Con aquel propósito recorrimos las cuencas de los ríos Gris, Rojo, Azul, Verde (siempre quise saber por qué estos ríos fueron nombrados con colores), San Juan, Lejos, Santo Domingo, Navarco, Quindío y Roble y las quebradas Boquía y Buenavista. Luego de analizar su geología y suelos y de examinar las coberturas vegetales y los regímenes de lluvias y caudales, concluimos que la cuenca del río Navarco en Salento, afluente del Quindío, reunía las mejores condiciones para una represa de uso múltiple que abasteciera acueductos urbanos y rurales, sistemas de riego y generación de energía eléctrica.
En el artículo arriba mencionado dije: «La historia registra que en 1987 la CRQ y la JICA propusieron, en el Plan de Desarrollo Agrícola Integrado de la Cuenca del Quindío, que el sitio de confluencia de los ríos Navarco y Boquerón tenía las mejores posibilidades para un reservorio de agua. En 1998 el Corpes hace el estudio preliminar de acueducto regional con base en el embalse. En 2006 y 2007 se entregan los diseños conceptuales por Esaquín y la Unión Temporal Embalse Quindío. En 2009 Selfinver Banca de Inversión estructura el proyecto y en 2010 recalcula los datos hidrológicos para evaluar un eventual racionamiento de agua en el Quindío y entrega otra evaluación económica del embalse multipropósito. Luego vino la contratación de Fonade, cofinanciada por Departamento, para la elaborar estudios y diseños definitivos para la construcción de la presa».
Sin embargo, a medida que los estudios avanzaron el presupuesto pasó de una estimación inicial de 75.000 millones, luego de 117.025 y finalmente a 550.000 millones. Por aquellos años se habló de destinar, a modo de capital inicial de la región, los recursos de la venta de la EDEQ al Grupo EPM, el cual giró a la Nación 36.000 millones, al departamento 10.400 y a EPA una cifra un poco superior, además de otros montos menores a cada uno de los once municipios restantes. Pero en lugar de destinar estos recursos a un proyecto de impacto departamental, lo recibido por EPA y cada municipio fueron invertidos en otras cosas mientras que el Departamento guardó su parte en una cuenta con destinación específica para el embalse, dineros que fueron parcialmente utilizados para pozos sépticos. En cuanto a la Nación, el ministro de Hacienda de entonces, Oscar Iván Zuluaga, a través de un memorando de entendimiento firmado en 2010 con el Gobernador López Espinosa, los alcaldes de Armenia y Salento y la CRQ, además del DNP y el ministro del Ambiente, se comprometió a incluir estos dineros en el Marco Fiscal de mediano plazo (2010 – 2014) que presentaría al CONPES, cosa que al parecer nunca se hizo.
Ver: Seis años después de la Ley del Cincuentenario.
Luego, el Congreso sancionó la Ley 1803 del 01 de agosto de 2016 con la que la Nación se asoció a la conmemoración de los cincuenta años de vida político administrativa del departamento del Quindío y autorizó al Gobierno Nacional para que asignara en el Presupuesto de la Nación las partidas presupuestales necesarias para efectuar los créditos y contracréditos requeridos, así como los traslados presupuestales que garantizaran su cumplimiento a fin de ejecutar varios proyectos y obras clave para el desarrollo del Quindío, como lo era la construcción del Embalse Multipropósito del Quindío.
Así
las cosa, disponemos de la
prefactibilidad del proyecto, de su diseño conceptual, de los estudios de
cálculo hidrológico que evaluaron eventuales racionamiento de agua, de la evaluación
económica del embalse y de los estudios y diseños definitivos para la
construcción de la presa elaborados por Fonade,
estudios esenciales para que fuera incluido en la Ley del Cincuentenario.
El desafío por enfrentar
De ahí que de nosotros depende si retomamos la iniciativa o la sentenciamos a una sepultura de tercera categoría, máxime cuando es evidente el crecimiento de nuestras ciudades y la consolidación de una zona metropolitana entre Armenia, Calarcá, La Tebaida, Circasia, Montenegro y Quimbaya, cuando esta in crescendo el impacto de un turismo rural y urbano (en especial en municipios como Salento y Filandia y en zonas rurales cercanas a los parques temáticos) y cuando es notorio el deterioro de la cuenta alta del río Quindío, situaciones todas ellas agudizadas por el evidente cambio climático que altera los períodos de invierno y verano y causa desequilibrios hidrológicos.
Así
que no haya razón alguna para que un proyecto de esta naturaleza no sea
prioridad de los gobiernos locales, de los congresistas de la región, de la RAP
del Eje Cafetero, de la dirigencia privada, de la Corporación Autónoma Regional
del Quindío, de las universidades públicas y privadas, de las Empresas Públicas
de Armenia, Empresas Públicas de Calarcá y Empresas Públicas del Quindío como prestadoras
de servicios de acueducto y alcantarillado, de gremios y empresarios agropecuarios,
agroindustriales y turísticos, así como del Comité Departamental de Cafeteros
que administra acueductos rurales. Pero aún estamos a tiempo de hacer
las gestiones necesarias para que el Embalse Mutipropósito sea incluido en el
Plan Nacional de Desarrollo 2022 – 2026 con el fin de comprometer la voluntad del gobierno.
Epílogo
Sin
embargo, no deja de ser paradójico que un proyecto que hace 35 años (1987) fue fruto
de la cooperación internacional con un país desarrollado como Japón, que cuenta
con estudios de diseños definitivos y que tiene una Ley del Congreso que ordena
su financiación, no sea realidad. Recordemos que hay un proverbio
que dice que «la oportunidad no toca dos veces la misma puerta».
Armando
Rodríguez Jaramillo
arjquindio@gmail.com /
@ArmandoQuindio
4 Comentarios
Más claro no se puede decir, con la rigurosa trazabilidad aquí expuesta, queda el reto a los próximos gobernantes locales, regionales y nacional, hacer equipo con los congresistas para que le cumplan al pueblo y de paso se adelanten a a las afugias del futuro en cuanto a las consecuencias del cambio mbio climático se refiere.
ResponderBorrarGracias Carlos por tu opinión.
BorrarEMBALSE que URGE....para un espacio de los Quindianos y los extraños que comparten en esta tierra, pero que si no se prevee...llegará un CAOS de vida...¡¡¡
ResponderBorrarGracias por su comentario.
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