«El tren de cercanías es un megaproyecto portador de futuro que pondrá a prueba la verdadera integración de Caldas, Risaralda y Quindío.»
Como se habla de un nuevo proyecto ferroviario en el Eje Cafetero, es oportuno recordar que en la primera mitad del siglo pasado la región tuvo líneas férreas que unieron a Manizales, Pereira y Armenia con ramales a Zarzal (por La Tebaida) y Cartago para conectar con Cali y Buenaventura, así como la conexión hacia Antioquia bordeando el Cauca. A esto hay que añadir el frustrado tren de Armenia a Ibagué que pasando por Salento atravesaría la cordillera Central por un túnel que uniría los ferrocarriles del Pacífico y Atlántico y nos conectaría con Bogotá.
Esa infraestructura, moderna para la
época, posibilitó la exportación de café y transformó a ciudades como Armenia
en enclaves de trilla, almacenamiento y comercialización del grano trayendo progreso
y desarrollo. También hubo trenes de pasajeros como el Expreso Calima y los
raudos auto-ferros de la época. Luego, superado el ecuador del siglo XX, vino
el declive de los ferrocarriles y los rieles entre Manizales, Pereira y Armenia
se levantaron y sus estaciones se volvieron referentes de otros tiempos. Ya
en los años ochenta el tren desapareció y con él la empresa que los operaba (Ferrocarriles
Nacionales de Colombia, 1986), sin que iniciativas posteriores para revivirlos por
parte de Ferrovías hayan tenido éxito pese a los intentos de recuperar corredores
y revivir los trenes de carga de La Tebaida a Buenaventura y los de turismo, como
el llamado tren del café y el azúcar, entre este municipio quindiano y Buga.
El tren de cercanías
Ahora surge una iniciativa presentada en Pereira el pasado 18 de agosto por la Financiera de Desarrollo Nacional, la RAP del Eje Cafetero y la Cámara de Comercio de Pereira bajo el nombre Tren de cercanías, un reto para la integración regional del Eje Cafetero, proyecto cuyo perfil lo expuso la citada cámara de comercio con un trazado diferente al que existió acorde a las realidades urbanas del territorio. La propuesta plantea una carrilera de tres rieles que se integraría por Cartago y La Tebaida a la trocha angosta del Ferrocarril del Pacífico sobre la que rodarían trenes eléctricos de uso mixto, los de pasajeros operarían de cinco de la mañana a once de la noche y los de carga en el horario restante.
La línea ferroviaria uniría las zonas industriales de los tres departamentos y sus capitales, es decir que conectaría a Malterías con Manizales y a esta con Pereira y Armenia y la zona franca del Eje Cafetero en La Tebaida, uniendo también a la capital de Risaralda con su zona franca en La Virginia, esto sin descartar la posible extensión de los rieles hasta Cartago; de igual forma proyecta incluir en su trazado a los aeropuertos de la región. En cifras gruesas tendría una longitud aproximada de 145 kilómetros y movería alrededor de ciento veintitrés mil pasajeros por día y dos millones de toneladas de carga al año con una inversión de 4,68 billones de pesos, que aumentaría a 5,2 billones de prolongarse hasta Cartago. La iniciativa traería beneficios sociales, económicos y ambientales expresados en ahorros en tiempos de desplazamiento, descongestión de la autopista del Café y de los centros urbanos, disminución de emisiones de CO2, reducción de riesgos de accidentes y eficiencia en el transporte de mercancías.
Lea: La ferropista Armenia - Ibagué pide pista.
Pero una inversión de esta naturaleza requiere del apalancamiento financiero por parte de la nación con modelos de alianzas público - privada de iniciativa pública para su financiación, construcción y operación. Para lo cual, en la reunión señalada, la Financiera de Desarrollo Nacional expuso la necesidad de pasar a la fase de estudios de prefactibildiad y factibilidad no sin antes aprender de las experiencias de estructuración de proyecto de trenes ligeros como el de cercanías en Cali, el Regio Tram en la Sabana de Bogotá, el Tren del río en Medellín y el Metro de Bogotá.
Así las cosas, los estudios de
preinversión con todos sus componentes estimarían la demanda real de
transporte, priorizarían los tramos para la construcción, detallarían el
trazado y número de estaciones, así como su paso por Manizales, Pereira y
Armenia, definirían la tecnología del material rodante, analizarían las fuentes
de pago, identificarían la ingeniería preliminar y definirían el cronograma de
obra, el plan de inversiones y el análisis costo beneficio.
Desafíos y oportunidades
Para hacerlo realidad es condición sine qua non el compromiso de los gobernantes
locales y de los congresistas y dirigentes regionales para que se incluya el proyecto
en los instrumentos de planificación nacional, regional y local, es decir, que
se articule al Plan Maestro Ferroviario y aparezca en el Plan Nacional de
Desarrollo 2022 – 2026 y en los respectivos planes de desarrollos
departamentales y municipales a formular en 2024, así como en los planes de
ordenamiento territorial de los municipios involucrados. De igual forma, es
necesario dotarlo de una gobernanza y posicionarlo a nivel nacional con el fin avanzar
en la consecución de recursos para los estudios de prefactibilidad y
factibilidad y en la posterior identificación de fuentes de financiación,
incluyendo la aprobación de vigencias futuras de la nación a través de un
documento Conpes.
«...nos pondría a trabajar en lo que realmente es y debe ser el Eje Cafetero (Caldas, Risaralda y Quindío): una región administrativa y de planificación natural por definición.»
El tren de cercanías es un megaproyecto portador de futuro que pondrá a prueba la verdadera integración de Caldas, Risaralda y Quindío y la capacidad de sus gobernantes, políticos y dirigentes de sacar adelante proyectos de largo aliento y alto impacto que tiene el potencial de cambiar la configuración territorial y hacer posible la ciudad región de la que se habló tan profusamente en los años noventa. Esta es una iniciativa integradora que mejoraría la movilidad de pasajeros, trabajadores estudiantes y turistas, al tiempo que dinamizaría el comercio, los negocios y las inversiones.
Creo que el tren de cercanías contribuiría
positivamente a romper las barreras que nos han hecho pensar y actuar
individual y egoístamente, y de paso nos pondría a trabajar en lo que realmente
es y debe ser el Eje Cafetero (Caldas, Risaralda y Quindío): una región administrativa
y de planificación natural por definición. Así mismo, nos ayudaría a generar
identidad y sentido de pertenencia, y a construir una infraestructura que responda
a los retos del desarrollo urbano – rural del siglo XXI.
Armando Rodríguez Jaramillo
arjquindio@gmail.com / @ArmandoQuindio
4 Comentarios
Muy interesante este mega proyecto, necesario para la integración regional, el mejoramiento de la competitividad en temas de turismo e industria, la cual esperemos que los próximos gobiernos lo tengan en cuenta, desde sus programas de gobierno, que por el bien de los habitantes de los departamentos y municipios de influencia
ResponderBorrarGracias Carlos Eduard por tu comentario. Esto requiere el apoyo de gobernadores y congresistas.
BorrarEl tren Bogotá buenaventura no tiene necesidad de ir hasta Cali. Basta construir nuevo trazado Buga-Lobo Guerrero dónde conectaría con línea Cali- B/tura
ResponderBorrarEste trazado que usted señala es el mas corto y eficiente.
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