Sin Edén no hay paraíso


El Edén es tema obligado en la agenda de los quindianos, así se confirmó cuando en días pasados el director general de la Aerocivil, Juan Carlos Salazar Gómez, presentó en el Foro de Gerentes de la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío las inversiones que por 80 mil millones de pesos se hacen en el aeropuerto de Armenia para estudios, diseños y obras de ampliación de la plataforma, nueva torre de control, mantenimiento de la pista, construcción de la terminal internacional y otras obras, así como la proyección de inversiones que por 36.000 millones de pesos se harán en los siguientes dos años para adecuar la terminal nacional de pasajeros, culminación de la terminal internacional, construcción de hangares y adquisición de predios. No obstante estas buenas noticias, es indudable que quedó cierto sinsabor sobre el futuro del aeropuerto.

Según la Oficina de Transporte Aéreo de la Aerocivil, la proyección de pasajeros que a 2030 se movilizarían por El Edén con la modernización y mejoramiento de su infraestructura es de 1.076.000, cifra que contrasta con lo que dijo el gerente del aeropuerto Matecaña de Pereira en un comunicado de prensa el mes pasado, el cual señaló que por esa terminal se movilizaron cerca de 1.800.000 pasajeros en 2018. ¿Entonces en qué estamos?

Así mismo, Salazar Gómez también anunció que a partir del año 2020 serán entregados en concesión, por espacio de 30 años, a AENA y Corficolombiana los aeropuertos Alfonso Bonilla Aragón de Palmira, El Edén de Armenia, Benito Salas de Neiva, Perales de Ibagué y Gerardo Tobar de Buenaventura para su adecuación, modernización, expansión, operación, explotación, mantenimiento y reversión de los aeropuertos, manifestando que el capex, o inversiones en bienes de capital, que hará el concesionario durante las tres décadas será de un billón 151.359 millones de pesos de diciembre de 2017, de los cuales el aeropuerto de Palmira se llevará el 77%, el de Buenaventura el 13%, el de Neiva el 5%, el de Armenia el 3% y el de Ibagué el 2%. En conclusión, la inversión para nuestro aeródromo tan solo será de 33.630 millones de pesos entre los años 2020 y 2050, lo que correspondería a un promedio de 1.121 millones de pesos por año. Y eso sin considerar que la misma Aerocivil ha dicho que el plan maestro del aeropuerto está desactualizado.

Pero tal vez lo más contratante de la información presentada, es que las firmas de la iniciativa privada estiman que con las inversiones que harán en El Edén se pasará de 473.500 pasajeros movilizados en 2018 a 1.051.000 en 2048, cantidad inferior a los 1.076.000 pasajeros que proyectó la Oficina de Transporte Aéreo de la Aerocivil a 2030 sin esquema de concesión. Es decir, 25.000 pasajeros más de los que esperan mover AENA y Corficolombiana dieciocho años después.

No es necesario ser experto en aeropuertos para darse cuenta de que las cifras no cuadran. De ahí que sea conveniente analizar el modelo de concesión propuesto para El Edén y los beneficios que traerá para Armenia y el Quindío, esto sin descartar la posibilidad de promover una reunión entre gobernantes, congresistas y dirigentes gremiales de Ibagué, Neiva y Armenia, con el acompañamiento de especialistas en la materia, con el propósito de evaluar la estructura de la concesión y tener sólidos elementos de juicio para negociar lo que más convenga para el futuro de las tres ciudades capitales y sus departamentos.

Armando Rodríguez Jaramillo
@arj_opina 

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