Medellín y la Cuarta Revolución Industrial


En la 49 edición del Foro Económico Mundial en Davos (22 a 25 de enero), evento que realiza anualmente el Fondo Económico Mundial (FEM) y que este 2019 se ocupó de la Globalización 4.0 y la manera en la que se deben diseñar las políticas públicas en la era de la Cuarta Revolución Industrial, el presidente Iván Duque anunció que Medellín acogerá el primer Centro para la Cuarta Revolución Industrial (C4IR) que tendrá América Latina afiliado a la red de centros del FEM.

Esta es una noticia trascendental si se tiene en cuenta que hace solo dos años que el FEM puso en marcha un proyecto que busca generar espacios para discutir las necesidades éticas, regulatorias y tecnológicas de la llamada Cuarta Revolución Industrial. El primero de estos espacios nació en 2017 en San Francisco (EE. UU.). Luego vinieron Tokio (Japón), Beijing (China), Mumbay (India) y, ahora, Medellín (Colombia).

Al ver la ubicación de estos centros se observa que sus escogencias no fueron casuales ya que estas ciudades congregan las principales empresas tecnológicas, startups, inversionistas, empresas de capital de riesgo e instituciones académicas, no en vano Medellín se consolida como la capital de la innovación con un Comité Universidad Estado Empresa robusto y con proyectos como Ruta N, iniciativas que a la postre han propiciado sinergias y la construcción de agendas conjuntas para el desarrollo de la ciudad y el fortalecimiento de la productividad y la competitividad con el propósito de consolidar una economía del conocimiento que favorezca los negocios y el emprendimiento. ´

Se espera que con el C4IR se creen las condiciones para avanzar en tendencias como la industria 4.0, el Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial, el aprendizaje automático, el Big Data y la nanotecnología con el fin de transformar la vida de las personas, la economía y los gobiernos, y atraer inversiones internacionales hacia emprendimientos y adopciones de innovaciones tecnológicas.

Pero si Medellín lo está logrando, no es aceptable ni justificable que ciudades como Armenia y departamentos como Quindío estén al margen de los desarrollos que plantea la Cuarta Revolución Industrial como si ésta fuera una ficción de futuro y no una realidad portadora de inimaginables desarrollos factibles de asimilar y realizar.

Es hora de cambiar el discurso para que no nos deje el tren del progreso. Llegó el momento para que nuestras universidades públicas y privadas incluyan en sus programas académicos contenidos sobre la Cuartar Revolución Industrial, que profesores y alumnos se preparen y hablen de los nuevos paradigmas del desarrollo, que los centros de investigación y de transferencia tecnológica lideren procesos de creación y difusión del conocimiento aplicado, que los gremios y empresarios se acerquen a los lineamientos de la industria 4.0, que los gobiernos locales asuman de una vez por todas políticas públicas orientadas a la competitividad, productividad, innovación y clústeres, que la Comisión Regional de Competitividad lidere la transformación productiva del Departamento.

No podemos seguir distraídos en debates y enfrentamientos insulsos que poco o nada aportan. Dirijamos la mirada hacia Medellín que algo bueno está pasando.  

Armando Rodríguez Jaramillo
@arj_opina

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