La visita del presidente
Iván Duque a las obras del túnel de la línea y de la doble calzada Cajamarca –
Calarcá el pasado 09 de enero significó
un espaldarazo a la terminación de tan importante infraestructura. El
mandatario de los colombianos anunció una inversión adicional de 620.000 millones
de pesos y se comprometió a entregar este proyecto emblemático para el país en 2020
por ser vital para la competitividad, la productividad, las exportaciones e
importaciones, el comercio y el turismo.
Esta noticia debe llenar
de optimismo y dinamismo a los quindianos. Si bien muchas veces perdimos la fe
en este proyecto fruto de aguantar promesas incumplidas, unas veces, y soportar
el flagelo de la corrupción, otras, es
hora de volver a creer en esta iniciativa y en otras que son portadoras de
futuro.
Recuerdo cuando en los años
noventa nos embarcamos en la creación de Prominex como la promotora de comercio
exterior del departamento que se encargaría de la construcción de un puerto
seco en La Tebaida, sociedad que luego se convirtió en la Zona Franca del Eje Cafetero.
Desafortunadamente el proyecto de puerto seco poco a poco se diluyó por los bandazos
de Ferrovías y la ANI en la recuperación del Ferrocarril del Pacífico y los fracasos
del concesionario que desde 1998 se encargó de su operación y mantenimiento.
Pero dos décadas después las condiciones en la región son diferentes. Hoy el Aeropuerto Internacional El Edén es objeto de inversiones anunciadas
por 130.000 millones para ampliar su plataforma de parqueo, construir la nueva
torre de control y la terminal internacional de pasajeros, y remodelar la
terminal nacional. Sumado a esto se prevé que a partir del 2020 el aeródromo sea
incluido en la concesión de los Aeropuertos del Sur Occidente que opera el
Alfonso Bonilla Aragón de Palmira, lo que prevé un futuro atractivo y
promisorio. A esto se añade la construcción
de la doble calzada Armenia – Club Campestre que no solo mejora la conexión
con el Aeropuerto, sino que también lo hace con la Zona Franca que se haya en
expansión.
De otra parte, desde el
gobierno se ha vuelto a hablar de la APP para la construcción de la doble calzada Calarcá – La Paila, uno
de los pocos tramos que falta en doble calzada del corredor Bogotá - Buenaventura.
De igual forma, desde la ANI anuncian la modernización del Ferrocarril del Pacífico una vez culmine el proceso de caducidad
del contrato que la entidad adelanta con el actual concesionario. Esto sin
dejar de lado la necesaria culminación de la conexión del Quindío al Sistema Nacional de Transmisión Eléctrica.
En consecuencia, estos
proyectos configuran un entorno regional
favorable para el turismo, cafés especiales, cuero, muebles, metalmecánica,
agricultura, agroalimentos, avicultura, porcicultura, construcción, salud,
tecnologías de la información y las comunicaciones, comercio y muchos otros bienes
y servicios, al tiempo que viabiliza el proyecto
de plataforma logística intermodal de carga en La Tebaida para actividades de
cargue y descargue de contenedores entre el centro del país y el puerto de
Buenaventura que integrará los modos ferroviario, aéreo y carretero en un radio
no mayor a un kilómetro a la redonda en cercanía la Zona Franca del Quindío con el establecimiento de empresas de transporte,
almacenamiento, logística y distribución de mercancías, tanto para tránsito
nacional como internacional.
Así que a pesar de haber padecido
retrasos y sin sabores, podemos decir que la nación por fin le cumple a la
región y al Quindío con las obras de infraestructura prometidas. Ahora nos corresponde
enfrentar el reto de fortalecer nuestros clústeres y globalizar sus cadenas de
valor, atraer inversión extranjera directa y crear empresa y empleo de calidad
para mejorar el bienestar de la población. Es hora de cambiar nuestra forma de
pensar y de planear y hacer realidad el futuro esperado, pues pocas regiones
como ésta cuentan con el potencial y los recursos que tenemos.
Es tiempo de trabajar en
equipo pues tengamos presente que el
futuro del Quindío se hace con quindianos o sin quindianos, de nosotros
depende si nos involucramos.
Armando Rodríguez Jaramillo
arj_opina
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