El último día de cada mes el DANE publica los resultados del mercado laboral de las 23 ciudades más importantes de Colombia, escalafón en el que Armenia ha estado, en el último lustro, entre las de mayor desempleo lo que genera muchas inquietudes.
Al mirar la tendencia del desempleo en el país es evidente que ha
venido a la baja en los últimos años hasta situarse en 7,8%, lo cual sugiere que
algo ha mejorado en la economía nacional para que el porcentaje sea de un
dígito. Sin embargo, al observar las cifras por ciudades, parece que en la
opinión pública pesa más el puesto que se ocupa que la tasa de desempleo. En el
último boletín del DANE, publicado el 29 de noviembre de 2013 con información
correspondiente al trimestre móvil agosto - octubre, Armenia ocupó el segundo
lugar en desempleo, cuando hace un año estaba en el tercer puesto y dos años atrás
en el quinto, situación que podría llevarnos a pensar que estamos empeorando.
Al analizar las cosas de esta forma, la situación no es tan alarmante
como aparenta cuando se dice que Armenia es la segunda ciudad en desempleo a
nivel nacional por debajo de Quibdó. Aunque las cifras indican que estamos disminuyendo
en materia de empleo, la impresión ciudadana es poco optimista ante la alta
informalidad existente en nuestras calles y la gran cantidad de personas en busca
de ocupación, lo que nos lleva a concluir que una cosa es la estadística y otra
la percepción: la estadística es la forma de presentar en cifras la realidad
socioeconómica y la percepción es la sensación
interior que resulta de una impresión material hecha en nuestros sentidos.
En consecuencia, debemos ser conscientes que hemos empeorado en el
escalafón de las ciudades con mayor vacancia laboral al tiempo que hemos disminuido
la tasa de desempleo. Esta aparente contradicción nos debe servir para tener
presente que es mucho el camino por recorrer y que debemos tener presente que estamos
en peores condiciones que las capitales vecinas y lejos de ciudades como Bogotá
y Barranquilla que tienen un desempleo del 8,3 y 8,0% respectivamente, y si la
capital y “curramba la bella” lo han logrado, ¿por qué nosotros no lo podemos
hacer?