Armando Rodríguez Jaramillo
Armenia (Quindío-Colombia), 11 de septiembre de 2013
El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros anunció que la producción de café creció durante los primeros 8 meses del año un 38% en relación con igual periodo de 2012. Por su parte el director del Comité Departamental de Cafeteros del Quindío, según lo publicó La Crónica el 9 de septiembre, dijo que entre enero y agosto la producción de café en el departamento creció el 114%, logro que se alcanzó gracias al buen clima, al proceso de fertilización y al programa de renovación emprendido por la Federación, vaticinando que al final del año la producción superará la del año anterior en cerca del 150%.
Ambos directivos coincidieron en su beneplácito con el subsidio a la
Protección del Ingreso Cafetero señalando que esperan que se mantenga durante
el 2014. Este subsidio se paga al productor cuando el precio base de compra de
la carga de 125 kg sea inferior a $700.000, o sea, que con base en el precio
interno de la carga de café pergamino seco de $440.000 publicado por la Federación
el 10 de septiembre, el subsidio actual con cargo al erario público es de $165.000
pesos por carga comprada al productor.
Estas declaraciones contrastan con el informe
previo de la “Comisión
Estratégica para la Competitividad de la Caficultura Colombiana" contratada
por el Gobierno Nacional, del que se deduce que el sector cafetero del país
perdió competitividad a nivel mundial en los costos de producción. La Comisión
señala que en una medición de 29 países, en Colombia es 11% más caro producir
café pasando del octavo lugar que tenía en el 2008 en cuanto a competitividad
en costos de producción, al puesto 18, diez puestos menos que hace cinco años.
Vale la pena analizar lo contradictorio de estas dos noticias, pues
mientras la dirigencia cafetera dice que la producción va en aumento, la “Comisión Estratégica para la Competitividad
de la Caficultura” informa que la competitividad del sector cafetero
disminuye por los altos costos de producción, es decir, que mientras los
precios internacionales del grano y el precio base de compra interno está a la
baja, se aumenta la producción de café con mayores costos de producción y menor
rentabilidad.
Pero lo más crítico está por venir, pues la institucionalidad cafetera
anuncia que este año la producción podría llegar a 10,3 millones de sacos, 2,6
millones de sacos más que en 2012, lo cual nos pone ante la paradoja de
producir más con mayores costos de producción pero con bajos precios de compra,
lo que le costará al Estado, léase a todos los colombianos, desembolsar subsidios
por cerca de $430.000 millones de pesos adicionales si el precio internacional
no reacciona en las próximas semanas.