Recuerdos deshilvanados de una región deshilvanada


«Hay que revivir la quindianidad, sentimiento identitario que anima a asumir propósitos colectivos y grandes proyectos de desarrollo por encima de las vanas rivalidades regionales».

 

A parte  del manejo centralista que la dirigencia de Manizales le daba al departamento de Caldas desde su creación en 1905, la importancia de Armenia, Manizales y Pereira estribó, en buena medida, en el auge de la economía del café y en la ejecución, en los años veinte, de proyectos de infraestructura como el cable aéreo Manizales – Mariquita, el ferrocarril de Caldas entre Manizales - Cartago que pasaba por Pereira con su ramal a Armenia por Nacederos, y el tramo Zarzal – Armenia que unió esta ciudad con el Ferrocarril del Pacífico y el puerto de Buenaventura. Esto las vinculó con el comercio internacional del café, industria que trajo progreso y desarrollo, y las consolidó como centros de poder regional al punto que comenzaron a emularse mutuamente.

Esta rivalidad, en múltiples frentes, trajo quejas y desencantos por la desatención a proyectos de interés y la poca inversión pública departamental que llegaba a Armenia y Pereira. Un hecho de singular relevancia fue la construcción del teatro Los Fundadores en Manizales, inaugurado en 1965, y que demandó una significativa inversión que a la postre generó descontento en las otras dos ciudades que también aspiraban a recursos para sus proyectos de desarrollo.

En el portal de internet del mencionado teatro se narra la mirada de la dirigencia caldense sobre su capital en 1950: «Manizales, aunque pequeña comarca aún, ya ha dado muestras de su empuje e intrepidez, pues en su corta historia, cuenta con un ferrocarril que la une con otras capitales del país, carretera al Magdalena, dos campos de aterrizaje: Santágueda y La Nubia, tres universidades con muchas aspiraciones y metas a corto y mediano plazo: Nacional, de Caldas y Católica, varios teatros: Olympia Cumanday, Avenida y Caldas, hechos que la perfilan como ciudad cultural y universitaria, además de haber ostentado el cable más largo del mundo, que la unió con Mariquita en el Tolima y Villamaría, en Caldas.  Ni los incendios, ni los monumentales embates de los inviernos que cada tanto dan cuenta de barrios enteros, ni los devastadores terremotos, desalientan a dirigentes, comerciantes, empresarios; ellos, prosiguiendo con el legado de los mayores, quieren seguir posicionando a la bella del Cumanday, como emporio del conocimiento y la cultura».

  

«Las rivalidades también se dieron con el Deportes Caldas, Deportes Quindío y Deportivo Pereira».

 

Las rivalidades también se dieron con el Deportes Caldas, Deportes Quindío y Deportivo Pereira, equipos de fútbol que protagonizaban verdaderos clásicos con enfrentamientos entre sus seguidores. Estos antagonismos se escalaron a los reinados de belleza, recordemos que la provincia del Quindío tuvo candidata en el Reinado Nacional de la Belleza en 1965 cuando aún hacía parte de Caldas. También se dieron situaciones de burla y mofa por distintivos heráldicos y hasta apodos despectivos se pusieron para ridiculizar al vecino.

En el documento Eje Cafetero: caminos que forjaron una región. Motivos de la separación, publicado por el Banco de la República en Narrativas Digitales, se lee, al respecto de estas rivalidades: «El evento puntual de la creación de las diócesis de Pereira y Armenia en 1952, con jurisdicciones territoriales deslindadas de Manizales, fue prácticamente el antecedente institucional que hizo pensar que era posible insistir en la lucha separatista. De ahí que insistir en la confrontación entre las ciudades era un camino que radicalizaba la protesta cívica contra el centralismo de la ciudad capital, cuya máxima expresión fue el levantamiento de los rieles en Pereira en 1959 que desvertebró por completo el sistema férreo regional», hecho que esfumó la posibilidad de tener un tren de cercanías en la región; sin embarto, actualmente se propone un proyecto en este sentido desde Pereira.

Otra emulación que aún perdura estuvo centrada en el querer de cada cual, de tener su propio aeropuerto, sin importa que las distancias entre una y otra fuera reducida. Así que Manizales contó con los aeródromos de Santágueda [1948] y La Nubia [1956]; en Pereira se construyó a Matecaña [1947]; y en Armenia el aeropuerto El Edén [1948]. Hoy, los pereiranos quieren que Matecaña sea la terminal aérea de la región, Manizales se empecina en tener su tercer aeropuerto, Aerocafé, y en Armenia esperan los resultados del plan maestro para la ampliación de El Edén.

 

«Hoy, los pereiranos quieren que Martecaña sea la terminal aérea de la región, Manizales se empecina en tener su tercer aeropuerto, Aerocafé, y en Armenia esperan los resultados del plan maestro para la ampliación de El Edén».

 

En medio de estos desaciertos, hizo carrera la idea de la segregación de la «Mariposa Verde», metáfora con la que se conoció a Caldas, intención impulsada por la violencia política que azotó la región en los años cincuenta y que hizo que las tres ciudades recibieran migraciones por desplazamiento forzado y se generara un crecimiento urbano que demandó nuevos recursos de inversión. Al tiempo que esto sucedida, se consolidó en Armenia y Pereira una nueva clase dirigente, sobre todo cívica, que demandaba mayor independencia y aspiraba al poder político vía la desmembración territorial. Ejemplos de ello fueron las juntas ciudadanas en Armenia lideradas por una sociedad civil obstinada en crear el departamento del Quindío, intentos que a pesar de haber resultado fallidos sembraron la semilla del separatismo.

En el artículo La década admirable delQuindío, 1950 – 1962, el exgobernador y escritor calarqueño Jaime Lopera Gutiérrez, miembro de la Academia de Historia del Quindío, reseña sucesos que fueron determinantes para contar con la institucionalidad necesaria que hiciera posible la separación de Caldas. Se refiere a la creación del Deportes Quindío [1950], la Diócesis de Armenia [1952], la Jefatura Civil y Militar [1957] que dio origen a la Octava Brigada y las juntas cívicas Pro-Departamento [1951, 1954 y 1957]. A lo que debe sumarse la Corporación Autónoma Regional del Quindío [1964] y el Comité Departamental de Cafeteros [1966]. Estos hechos, en su conjunto, antecedieron a la Ley 2 de 1966 por medio de la cual se creó el Departamento del Quindío.

Dice Lopera Gutiérrez que «… dichos hitos contienen las bases del llamado civismo quindiano —del cual tanto dudamos hoy en día—, y sirven de antecedentes para probar que, en aquella época […], esos esfuerzos ciudadanos servían para hacer obras y proponer iniciativas cívicas mucho más allá de los convites y las empanadas». Hay que revivir la quindianidad, sentimiento identitario que anima a asumir propósitos colectivos y grandes proyectos de desarrollo por encima de las vanas rivalidades regionales.

 

Armando Rodríguez Jaramillo

Correo: arjquindio@gmail.com  /  X: @ArmandoQuindio  /  Blog: www.quindiopolis.co


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