El decimosegundo mes del año, el de la Navidad, me llevó a pensar en cosas menos formales y trascendentales como aquello de las docenas de trece. Para empezar, debo decir que la humanidad ante la necesidad de contar o medir se inventó sistemas numéricos como el decimal que, salvo contadas excepciones, es de uso generalizado y representa los números con una numeración posicional en base diez del que se derivan diferentes medidas de longitud (metro), de peso (kilogramo) y volumen (litro). Al parecer su origen se vincula con que tenemos diez dedos en nuestras manos los cuales utilizamos desde la antigüedad para representar números y contar.
Pero también hay que mencionar el
sistema duodecimal cuyo origen se remonta a la antigua Mesopotamia derivado de
contar las falanges de los dedos meñique, anular, corazón e índice con el
pulgar de la misma mano, esto es, tres falanges por dedo para cuatro dedos que
suman doce falanges.
Fuente https://www.upnvirtual.edu.mx/intercambio/2020/10/07/base-duodecimal-de-numeracion/ |
Además, los Sumerios desarrollaron el sistema sexagesimal que es en base sesenta, razón por la cual se relaciona con el número doce, no en vano el día tiene veinticuatro horas divididas en dos periodos de doce horas y las horas tienen sesenta minutos los cuales, en relojes analógicos, son medidos con doce marcas de cinco minutos para completar una hora. También los vemos en los 360 grados de una circunferencia, donde cada grado está formado por sesenta minutos y cada minuto por sesenta segundos, todos números múltiplos de doce.
Dejando a un lado el sistema decimal, el duodecimal sigue vigente en nuestro mundo moderno, prueba de ello es que compramos huevos por docenas o medias docenas, los productos de panadería o repostería comúnmente se venden por docenas, las cervezas vienen empaquetadas por medias docenas (six pack), como también la compra de cubiertos, vasos, platos y cuchillos se hace por docenas, medias docenas o cuartos de docena. Otra medida que aún persiste es la gruesa que son doce docenas de un determinado producto, es decir 144 objetos, y la gran gruesa que corresponde a doce gruesas (1.728). En el sistema de medida anglosajón el pie corresponde a doce pulgadas y la libra troy equivale a doce onzas troy.
A parte de las medidas, el número doce aparece relacionado con frecuencia en la historia y la cultura. Por ejemplo: doce fueron las tribus de Israel, doce los apóstoles que acompañaron a Cristo, en la mitología griega doce fueron los dioses del olimpo, doce los caballeros de la mesa redonda del Rey Arturo, doce son los signos del zodiaco, el duodeno es parte de intestino delgado y en un adulto mide aproximadamente doce pulgadas de longitud, doce son las teclas de función en los teclados de los computadores (F1 a F12), doce es el número más pequeño que cuenta con mayor cantidad de divisores (1, 2, 3, 4, 6, 12), la bandera de la Unión Europea tiene doce estrellas doradas en círculo y doce fueron los astronautas que caminaron sobre superficie de la Luna, estadística que durará poco pues el programa Artemis de la NASA llevará de nuevo personas al satélite de la Tierra.
De forma similar a como se originó el
sistema duodecimal al contar con el dedo pulgar las falanges de los dedos
meñique, anular, corazón e índice, también hay una curiosa forma de contar con
los nudillos de las manos y los espacios entre ellos los doce meses del año y
de esta forma recordar cuántos días tiene cada mes. Se inicia con la mano
izquierda asignándole enero al nudillo del dedo meñique para terminar con julio
en el nudillo del índice, para luego continuar con el nudillo del índice de la mano derecha.
Los meses que coincidan con los nudillos tienen 31 días y los que no 30,
excepto febrero.
Fuente: Repositorio UJI |
Antes de terminar, quiero traer a
colación la docena de trece unidades de la que trata un cuento de la picaresca
popular titulado La docena del fraile:
«Se dice que cierto fraile mendicante entró en una huevería para comprar una docena de huevos. Pero como eran para distintas personas, le dijo así a la huevera:
—Como son para distintas personas, póngamelos separados de la siguiente manera: media docena, para el padre prior; un tercio de docena, para el padre guardián, y para mí que soy más pobre, un cuarto de docena.
Es decir, que separó la mitad de doce, o sea, seis huevos; después un tercio de doce, cuatro huevos; y finalmente un cuarto de doce, tres huevos. En total sumaban, como se puede ver, trece huevos: 6 + 4 + 3 = 13.
El fraile utilizó su sistema hasta que la huevera se dio cuenta de que, en cuestión de huevos, las cuentas no le salían».
Así que la historia da cuenta de
avispados por docenas, por gruesas y hasta por grandes gruesas, algunos de
ellos vestidos de sotanas.
Armando Rodríguez Jaramillo
Correo: arjquindio@gmail.com / Twitter: @ArmandoQuindío
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