En los últimos años cada
vez más se habla de sostenibilidad en un mundo que demanda cambios en sus sistemas
de producción, mejoras en los niveles de bienestar y equilibrio en los
ecosistemas. Iniciemos por reconocer que formamos parte de un planeta caracterizado
por ciclos bióticos y abióticos en equilibrio dinámico que son la fuente de
todos los recursos necesarios para nuestras vidas, por lo que sus relaciones
deben ser interpretadas, entendidas y respetadas para no causar daños
ambientales, a veces irreparables.
Sin embargo, nuestras
actividades productivas requieren de forma creciente recursos (materia prima) y
entregan gran cantidad de residuos contaminantes que causan enormes tensiones
en el ambiente. Esto hace que nuestra relación con el medio sea cada vez más
compleja afectando las demás formas de vida del planeta. De ahí que no es viable
que las empresas continúen trabajando como lo vienen haciendo por lo que es
necesario que incorporen la sostenibilidad en su propuesta de valor y en sus planes
de negocio.
Desde la Primera
Revolución Industrial (siglo XVIII) la forma tradicional de producir se basa en
un modelo de economía lineal que consiste en tomar, hacer y disponer,
es decir, tomar recursos como materia prima, transformarlos en productos o
servicios, usarlos y desecharlos en vertederos. De ahí que la economía circular
propone un nuevo sistema empresarial con mayor armonía entre los materiales,
los recursos y las formas de utilizarlos. A esto se le llama sostenibilidad y se
expresa en el necesario equilibrio entre las dimensiones social, económica y
ambiental para producir sin alterar en demasía el entorno y sin agredir
drásticamente las capacidades de resiliencia de la naturaleza.
De forma que, con base en
estas tres dimensiones, a través de la producción de bienes se origine capital
social, económico y natural. Capital social considerado como empresas que generan
bienestar a la comunidad en términos de empleo, calidad de vida, salarios
dignos, desarrollo y progreso. Capital económico referido a la riqueza, a la generación
de valor a través de la venta de productos o servicios que se debe transferir a
la misma empresa y a los accionistas e inversores. Capital natural alusivo a
los recursos bióticos o abióticos del entorno y que las empresas deberían multiplicar.
Entonces, una empresa es considerada sostenible cuando trabaja de forma simultánea
en estas dimensiones, no solo en la económica.
Los ecosistemas y la
economía.
Total, que la economía
circular es un concepto que interpreta la forma en la que la naturaleza desarrolla
sus procesos, pues en ella se dan ciclos sin generar residuos ya que todo se
reincorpora. Es adoptar un modelo económico donde todo gire entre los
materiales que se usan. A diferencia de la lineal, la economía circular propende
por regenerar la capacidad del sistema sin que los recursos pierdan valor,
evitando tomar de forma recurrente materias primas del medio. Esto es
posible alcanzarlo si desde el diseño del producto se prevé cómo hacerlo para lograr
sostenibilidad. Es generar abundancia, pero rompiendo con el paradigma que
abundancia es usar y botar, por lo que la economía circular diferencia entre el
ciclo biológico y el ciclo técnico.
Estamos ante nuevas
realidades donde los residuos se les consideran recursos. Hay que pensar en la
diversidad de la naturaleza, en los sistemas bióticos y abióticos que la
definen y en los costos reales de utilizarlos teniendo en cuenta el valor que
para el sistema tiene un determinado material. Esto nos lleva a considerar el
principio de la Cuna a la Cuna (Cradle to Cradle) que nos propone
el desarrollo de materiales sanos y reutilizables, energías renovables, manejo
responsable del agua y justicia social como un valor agregado a la sociedad. Se fundamenta en diseñar productos y
materiales reutilizándolos perpetuamente a través de metabolismos biológicos y
técnicos sustituyendo el concepto de residuos por el de alimentos en la
naturaleza, preservando la diversidad como elemento esencial para mantener
la capacidad de resiliencia del entorno.
Otro concepto que contribuye a estos
propósitos es la biomímesis, ciencia innovadora que se inspira en la
naturaleza y se enfoca en el estudio de las mejores ideas de ella para luego
imitar estos diseños y procesos con el fin de resolver problemas humanos. Esto
se expresa en el estudio, por ejemplo, de cómo una hoja usa energía solar para
hacer fotosíntesis y el diseño de una célula fotovoltaica para transforma la
luz solar en energía eléctrica. Es
ver y valorar la naturaleza, apreciándola no por lo que podemos extraer de
ella, sino por lo que podemos aprender del mundo natural.
Armando Rodríguez Jaramillo
@arj_opina
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