El cincuentenario y la quindianidad

Por: Armando Rodríguez Jaramillo ((Armenia - Quindío - Colombia) - 30 de julio de 2014.


Una vez conformada la junta cívica departamental para el cincuentenario, como manda la Ordenanza nro. 053 del 29 de noviembre de 2010, lo que realmente importa es aportar ideas y propuestas, y contribuir a que la celebración se organice de la mejor forma posible, con actitud positiva y sentimiento de quindianidad por encima de todo.

Lo primero es ponernos de acuerdo para que la celebración de los primeros cincuenta años del Quindío sea un propósito colectivo de los quindianos de nacimiento y adopción, de los que vivimos aquí y de los que residen en otras ciudades del país y del exterior. Y es que somos más de los 562.114 que dice el DANE en 2014, pues el último censo de población y vivienda realizado en 2005 arrojó que había 98.043 coterráneos en otros países, esto sin contar los que viven a lo largo y ancho del territorio nacional. Entonces no se nos haga extraño que el número sobrepase los 900.000 paisanos.

Así las cosas, la junta cívica del cincuentenario debería darles cabida a representantes de las colonias de quindianos allende las fronteras que bien podrían participar de las reuniones a través de videoconferencias. Hay que atraer a todos los nacidos en esta tierra, que se sientan parte de esta sociedad, tal como se hizo cuando el “día de la quindianidad” (1984) en tiempos del gobernador Lopera Gutiérrez o cuando el centenario de Armenia (1989) en la alcaldía de Arias Vélez.

El cincuentenario debe ser motivo de unión como sociedad, debe generar un pacto tácito de inclusión y un compromiso de mirar hacia el futuro con optimismo aprovechando el talento humano y las bondades del territorio. De nuestros dirigentes dependerá que sea una fecha que pase inadvertida con celebraciones carnavalescas o que por el contrario constituya la oportunidad para reafirma nuestra identidad y redefinir nuestro destino histórico.

Nuestro departamento es un crisol donde la cultura antioqueña se fundió con cundiboyacenses, santandereanos, tolimenses, vallunos y caucanos, creando un  grupo humano único en un paisaje excepcional que la Unesco reconoció como parte del Paisaje Cultural Cafetero. Somos un pueblo con cultura, tradiciones e identidad que reclama su lugar en el concierto nacional.


Quindío viene de “Quindiu” palabra recogida de los Quimbayas  en el siglo XV por los historiadores de Indias para nombrar por siempre a este territorio.  Desde la colonización a mediamos del siglo XIX, hemos venido construyendo nuestra propia identidad con múltiples manifestaciones en las letras, la música, las artes, las ciencias, la cultura y las formas de producción que nos ha imprimido una particular y única forma de ver el mundo.


Es por esto que propongo que a partir de 2015 se enfatice en todos los colegios del departamento la enseñanza comprensiva de nuestra historia e identidad. El cincuentenario tiene que servir para reconocer el origen,  reencontrar la identidad y apropiarnos de la realidad que representa el ser quindiano. Si no lo sentimos así, las fiestas serán fiestas y nada más.