Una vaca por Armenia


 
 

«Que cada armenio desde sus posibilidades aporte su granito o su volquetada de arena por la ciudad».

 

Hace poco el gobernador de Antioquia sorprendió al país con la presentación de la campaña «Vaca por las vías: desde Antioquia por Colombia» en respuesta a la negativa del Gobierno nacional de seguir aportando recursos para terminar las vías 4G en ese departamento. Pero más allá de los respaldos recibidos y del enfrentamiento político suscitado, la iniciativa nos recordó lo que significa «vaca» en el lenguaje coloquial.

El diccionario de la Real Academia Española – RAE trae seis acepciones para la palabra «vaca». La última de ellas se aparta de ese mamífero cuadrúpedo que nos provee de carne, leche y cuero para señalar que por «vaca» en Colombia y Latinoamérica se entiende el «dinero que se reúne entre varias personas para compartir un gasto determinado». Sin embargo, lo novedoso de la susodicha propuesta estriba en que se hizo pensando en financiar obras públicas que por lógica están a cargo del Estado.

Entonces, ¿por qué no pensar en una vaca por Armenia para sacar nuestra ciudad del marasmo en que se halla y comprometernos con las obras y acciones que la desidia oficial no ha hecho? No obstante, una «vaca» por nuestra ciudad debe ir más allá de un aporte en dinero, el propósito es pellizcarnos y despertar de este letargo y que la virtud cívica brote y florezca de nuevo, es concientizarnos que la ciudad es de todos y que la podemos reconstruir y construir haciendo una «vaca» entre gobierno, sector privado, organizaciones y ciudadanía, y que si los primeros no están a la altura de los necesidades, sacar perrenque y demostrar que hay una ciudadanía capaz de dar la talla y exigir a los gobiernos mayor esfuerzo y compromiso.

De ahí la idea de hacer una vaca por Armenia donde unos aporten recursos económicos y otros conocimientos, experiencia y trabajo, pero, ante todo, compromiso y solidaridad con la ciudad como lo hace la SMP y algunas entidades y grupos de ciudadanos que por voluntad propia apadrinan parques y espacios públicos e impulsan actividades sociales y obras para la cultura. Es darle una nueva dimensión al civismo que nos saque de la flojera en la que caímos, que nos libere de la manipulación política que permitimos, que nos conduzca al surgimiento de liderazgos fundados en el interés público. Es volver a creer en lo que somos, en nuestras capacidades, en la fortaleza de trabajar en sociedad y como sociedad. Es limpiar la ciudad de esa contaminación que es la corrupción de lo público, el desorden y la pérdida del sentido de pertenencia, es volver a tener dirigentes en quienes confiar.


«Es darle una nueva dimensión al civismo que nos saque de la flojera en la que caímos».


Admiro a las sociedades inconformes y que lo expresan. Cuando nos concentramos en evocar pasados memorables la pregunta obligada es cómo pudimos tolerar que lo bueno se perdiera. Así que paremos de una vez por todas el deterioro de nuestra ciudad y la indiferencia colectiva. Hay que romper la inercia y actuar, ignorar lo que sucede no significa que no pase, pues una pequeña mancha en la piel [hoy] puede ser el inicio de un cáncer mañana. 

Hacer una vaca por Armenia es pensar en progreso y bienestar. No más parques abandonados, no más obras inconclusas, no más calles deterioradas, no más andenes invadidos, no más patrimonio cultural en el olvido, no más suciedad en el espacio público, no más narcotráfico y consumo de drogas, no más mendicidad, no más niños y ancianos en las aceras, no más caos y desorden, no más inseguridad y violencia, no más pobreza y desigualdad, no más enfrentamientos y polarizaciones, no más incultura y vulgaridad, no más mentirosos de oficios ni gobiernos corruptos ni política clientelista.

Mirar al pasado para ver lo que fuimos y luego observar el presente para advertir lo que somos es confirmar que nuestra amada ciudad se deterioró y se sigue menoscabando, es aceptar el declive del civismo ante nuestra mirada impávida y egoísta [individualista], es constatar que nos debilitamos como grupo humano. No sea que, parodiando la frase «Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre» atribuida a la sultana Aixa, madre del último emir de Granada, Boaddil el Chico, que se supone le dijo a su hijo cuando éste salió de la Alhambra tras entregar las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos el 2 de enero de 1492, en poco se nos diga: «Llora como pusilánime lo que no supiste defender como ciudadano»  

Una vaca por Armenia sería romper con la pasividad e indiferencia para que, como cuando cae «todos ponen» en el juego de la perinola, jugarnos en el presente la ciudad del futuro. Que cada armenio desde sus posibilidades aporte su granito o su volquetada de arena por la ciudad, y entre todos sacarla adelante. Somos producto de un sincretismo cultural pujante y generoso, un grupo humano con buenos ancestros y tradición de civismo que llevamos esta tierra grabada en la piel. El político e intelectual español Enrique Tierno Galván [1918 – 1986] dijo: «Todos tenemos nuestra casa, que es el hogar privado; y la ciudad, que es el hogar público».

Y tú, ¿estarías dispuesto a aportarle a una vaca por Armenia?

 

Armando Rodríguez Jaramillo

Correo: arjquindio@gmail.com  /  X: @ArmandoQuindio  /  Blog: www.quindiopolis.co

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7 Comentarios

  1. En otrora la Sociedad de Mejoras Públicas con personajes como Eunice Restrepo, los parques de la ciudad de Armenia, eran unas verdaderas joyas dignas de los cuyabros y motivo de admiración de los turistas; hoy esos sitios se han convertido en muladares y ya son parte del paisaje o monumentos al abandono.
    Alberto Rosas L.

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    1. Así es Alberto. Pero ese espíritu cívico debemos de recuperarlo en una nueva dimensión, y eso es posible hacerlo con personas como usted y muchos otros armenios a los que nos duele la ciudad.

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  2. ME PARECE LOABLE E INTERESANTE LA PROPUESTA, PERO PRIMERO DEBEMOS PREVEER QUE NO SE FILTREN UNOS MURCIÉLAGOS QUE DE CONSTUMBRE APARECEN COLGADOS DE LOS BUENOS PROPÓSITOS. POR EJEMPLO :LA EXPERIENCIA LAS "UNIONES TEMPORALES" FAMOSAS EN EL TERREMO, FUERON CATASTRÓFICAS, LA CÁMARA DE COMERCIO DE ARMENIA CONSTITUYÓ UNA Y TODAVÍA LO LAMENTAMOS Y SU DIRECTOR SIGUE ATORNILLADO, RODRIGO ESTRADA AL REVÉS, LOS ELEFANTES BLANCOS DE ROBERTO JAIRO Y PABLO JARAMILLO, SON FATALES Y QUE TAL LAS OBRAS DE VALORIZACIÓN Y SU GESTORA, LIBRE Y TRANQUILA. LA VACA SI PERO QUE LA MANEJE CON PROVIDAD EL VERDADERO CIVISMO Y NO LOS POLITICOS CORRUPTOS. OJO CON EL DE LA BANCA SIN PATAS Y PROLONGACIÓN DE UN GOBIERNO NEFASTO, OJO CON LOS LLAMADOS LÍDERES DISFRAZADOS DE CIVICOS Y PRETENDEN OTRA COSA. EL QUINDÍO ES FERTIL EN ESA ESPECIE.

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  3. Y MI PAGO DE IMPUESTOS PARA DONDE SE VA?

    Entonces hagamos vaca y lo que pagamos de impuesto que se lo roben... con la vaca si alcanzarían a hacer el debido mantenimiento a parques y vías de la ciudad. pero con todo lo que pago de impuestos no... Que Interesante...

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  4. Si de verdad queremos al Quindío y La ciudad de Armenia lo primero que debemos hacer es un verdadero frente contra la corrupción con valentia y eso se hace con una ciudadanía despierta y libre que no se agacha ante los políticos y la justicia que no opera realmente contra el crimen. Hay que abolir la casa por cárcel y crear unas veedurias que funcionen y no dejar que la Gobernación y las Alcaldías den contratos a dedo para pagar favores políticos a sus amigos. Este es el mejor granito de arena que se puede dar por Armenia y el Quindío más valioso que cualquier carreta de proponer una vaca para que los políticos roben con más facilidad.

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  5. Así es si señores y señoras agamos vaca por Armenia para que los políticos sigan inventandose elefantes blancos y la ciudad en el olvido.

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  6. No es ético quitarle la responsabilidad al alcalde de la ciudad, entonces para qué lo elegimos?

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