El tubo no tuvo la culpa

La suspensión de la obra de vial del deprimido del parque de La Constitución por el hallazgo de un tubo del acueducto, me hizo recordar lo que decía una propaganda de una reconocida fábrica de productos de PVC: el tubo tuvo la culpa. Entonces pensé en que el mentado tubo del deprimido tiene su historia.

En 1999, ante la afectación que causó el terremoto en la red de acueducto, me di a la tarea, como gerente de Empresas Públicas de Armenia, de buscar soluciones al abastecimiento de agua del sur de la ciudad que el sismo había terminado de agravar. El problema se presentaba porque el tubo madre que surtía de agua las zonas norte, centro y sur de la ciudad, incluyendo la vía al aeropuerto, salía desde los Tanques por la avenida Bolívar y la carrera 14 hasta la calle 24, para doblar al occidente hasta la carrera 19 y luego seguir al sur por esta avenida. Esto hacía que de la calle 30 hacia abajo, después de suministrarles agua a los habitantes del norte y centro, el ducto fuera a medio flujo, es decir, con poca agua, razón por la cual la población del sur soportaba un deficiente servicio de acueducto con bajas presiones y frecuentes racionamientos.

De ahí que con los ingenieros de la empresa nos dimos a la tarea de proyectar una conducción expresa de 24 pulgadas que llevara agua de forma exclusiva a ese sector de la ciudad. Esto implicaba romper la avenida Bolívar y la carrera 14, desde Regivit hasta el centro, lo cual hubiera sido traumático para los armenios y muy oneroso para la empresa.

Pero, luego de varias evaluaciones, nos ingeniamos una ruta alterna para instalar la tubería de hierro dúctil que suministró la firma Pamcol, así: saliendo de Regivit por toda la avenida Bolívar hasta el parque de los Aborígenes para voltear al oriente, por el Centro de Convenciones, hasta la avenida Centenario, y por el separador de esta (para disminuir costos y no romper calzadas) hasta la urbanización María Cristina, de allí en dirección a La Florida, colgando la conducción de agua por debajo del puente aprovechando que Invías estaba reforzando su estructura. Luego, cruzando por la zona del parque de la Constitución se llegó a la carrera 13 y por esta hasta la calle 24 para empatar con la carrera 19 y enfilar en dirección a los barrios del sur.

Como no teníamos presupuesto para semejante obra, presentamos el proyecto al FOREC y felizmente, al final del año 2000 o inicio de 2001, la nueva línea expresa de agua para el sur de Armenia fue realidad.

Este es un pasaje de la historia reciente del municipio. Ignoro que pasó al momento de diseñarse el proyecto del deprimido del parque de la Constitución para que no se haya tenido en cuenta el ducto que EPA instaló allí hace 15 años, pero si esto pasa con un tubo de la red principal del acueducto, ¿qué podría suceder con la red secundaria? Lo único que se me ocurre pensar es que esta situación se pudo prevenir y evitar los traumatismos que se están presentando y los sobre costos que podría generar. Definitivamente el tubo no tuvo la culpa.


Armando Rodríguez Jaramillo.

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