Futuro incierto para El Edén

Por: Armando Rodríguez Jaramillo (Armenia - Quindío - Colombia)


Desde 15 de diciembre de 1948, cuando llegó el primer vuelo pilotado por el capitán Chester Calvo al mando del HK 121 de Avianca, el aeropuerto El Edén ha sido determinante para el desarrollo de Armenia y el Quindío.

Primero fue propiedad de la Empresa Colombiana de Aeródromos y ahora de la Aerocivil. Su pista recibió aviones Douglas envueltos en polvaredas cuando era destapada. Luego, ya pavimentada, aparecieron otras generaciones de aviones de las aerolíneas Avianca, SAM, Aces, Satena, Aires, ADA, LAN y Easy Fly que nos integraron al país, más tarde arribaron Spirit Airlines y Tiara Air con sus conexiones internacionales a Fort Lauderdale y Aruba.
Pero el viejo edificio de mediados del siglo XX no resistió el embate del terremoto del 25 de enero de 1999 y tuvo que ser demolido para darle paso a una nueva torre de control y terminal de pasajeros, que si bien superó en espacios y funcionalidad a la que había, fue pensada para evitar que se siguiera operando desde un desvencijado hangar como en efecto sucedió después de aquel 25 de enero. Pero la inversión hecha por la Aerocivil ni si quiera consultó las necesidades del inmediato futuro y en menos de cinco años el edificio quedó pequeño, sus instalaciones fueron insuficientes para el flujo de pasajeros nacionales que se vio acrecentado con los de los vuelos internacionales; no obstante, hay que reconocer que se amplió la longitud de pista y plataforma mejorando sus condiciones técnicas.

En el marco de la política de entregar la administración de los principales aeropuertos del país, la Aerocivil suscribió el 27 de diciembre de 2009 el contrato de estructuración y puesta en marcha del proceso de integración y concesión de los aeropuertos El Edén, Matecaña (Pereira),  Santa Ana (Cartago) y Aerocafé (Palestina). Los resultados entregados por el consorcio Bonus Ferruan TNM determinaron que la estructuración técnica y financiera para entregar la administración era factible si el Gobierno asumía parte de la inversión necesaria, pues los ingresos operacionales y comerciales no garantizaban los desarrollos previstos. Esto se agravó con la decisión de la alcaldía de Pereira de retirar a Matecaña del proceso y la iniciativa no fructificó.

En 2014 la Agencia Nacional de Infraestructura quiso entregar en concesión la modernización, ampliación, operación y administración de los aeropuertos de Neiva, Popayán y Armenia, licitación declarada desierta el pasado 2 de diciembre por cuanto no se presentaron ofertas pese a existir diez consorcios precalificados.

Se deduce entonces que las pretendidas concesiones no fueron atractivas ni rentables, y que si el gobierno quiere insistir con este procedimiento, debería aumentar las inversiones con cargo al presupuesto nacional para la ejecución de las obras requeridas. Ante este incierto panorama, urge la unión de todas las fuerzas vivas del departamento del Quindío para exigirle a la Aerocivil y a la ANI que definan antes del cincuentenario del Quindío la ampliación y modernización del aeropuerto internacional El Edén.