«Es inaplazable cambiar esta sensación de intrascendencia y anonimato pues una sociedad deficitaria en líderes está en serias dificultades para gestionar su presente y definir su futuro».
Recientemente la firma Cifras & Conceptos publicó los resultados del Panel de Opinión 2021 con la percepción de diferentes líderes del país en temas políticos, económicos, sociales y ambientales. Para la firma en cuestión, los líderes se diferencian de la opinión pública en general por ser los que orientan el clima de opinión, tienen capacidad de prospectiva e influyen en los asuntos políticos y temas de la agenda nacional, para lo cual consultan expertos académicos, periodistas, políticos, sector privado y organizaciones sociales entre otros.
Los resultados del estudio, difundidos por los principales medios de comunicación y comentados por avezados columnistas del país, dejan para el Quindío dos hechos concluyentes. El primero es que el Panel de Opinión 2021 consultó a 1.544 líderes de quince departamentos entre los que no estaba el Quindío, así como tampoco estuvo en las doce versiones anteriores del Panel que ha consultado, desde 2009, a cerca de dos mil dirigentes por año de hasta dieciocho departamentos. Más aún, el nuestro es el único departamento de la zona andina donde no se entrevistan líderes de opinión, lo que nos pone en una posición de intrascendencia nacional.
El segundo hecho es que, al no ser consultados líderes del Quindío en estudios de esta naturaleza, tampoco hay referencia alguna sobre la gestión de mandatarios ni de medios de comunicación ni de columnistas ni de twitteros ni de caricaturistas del departamento, exceptuando, eso sí, la destacada calificación que tuvo Vladimir Flórez (Vladdo), nacido en Armenia, por los entrevistados. Por último, en el listado de los senadores y representantes a la cámara más destacados, no figuran congresistas quindianos. En conclusión, los trece paneles de opinión realizados a la fecha (2009 – 2021) desnudan nuestro verdadero peso específico al no tener al Quindío como lugar para entrevistar líderes con visión prospectiva y capacidad de orientar a la opinión pública en temas relevantes para el país.
Hacia nuevos liderazgos.
En todo caso, esto tiene su explicación y las causas las tendremos que enfrentar con capacidad de autocrítica y actitud correctiva. Desde luego que será necesario evaluar con desprendimiento y objetividad varios frentes: el sistema educativo y formación de nuestros jóvenes, la capacidad de la economía de ofrecer empleos de calidad y de retener el talento humano, las prácticas políticas para estimular liderazgos sanos y proactivos con capacidad de gestión, el acceso a cargos públicos sin el tamiz de las recomendaciones políticas, la promoción de nuevos talentos en puestos directivos en el sector privado, la elección de senadores quindianos tan ausentes en el congreso, la proyección quindianos a cargos nacionales, la formación de académicos en diferentes campos del saber y de intelectuales que transiten por la literatura, las artes y la cultura, entre otros.
Leer: Política, diálogo y desarrollo.
Mejor dicho, es inaplazable cambiar esta sensación de intrascendencia y anonimato pues una sociedad deficitaria en líderes está en serias dificultades para gestionar su presente y definir su futuro. En todo caso, creo que podemos ser más osados para dejar de lado aquellos liderazgos técnicos caracterizados por aplicar soluciones conocidas y probadas en el pasado a los problemas del presente, para pasar a liderazgos adaptativos y visionarios con capacidad de anticiparse a los hechos y de ayudar al sistema y a la sociedad a determinar lo que se tiene que hacer (o dejar de hacer) con el fin de adaptarse a las nuevas circunstancias como facilitadores de cambios.
«Es el momento de retomar la idea de crear una escuela de liderazgo».
No voy a entrar en la discusión
bizantina de si el líder nace o se hace. Por el contrario, pienso que debemos emprender
la tarea de formar y renovar liderazgos con visión de futuro, personas con carisma
dotadas de pensamiento crítico y disruptivo que tengan la capacidad de sacar la
sociedad y el interés general adelante. Tal vez es el momento de retomar la
idea de crear una escuela de liderazgo que contribuya a formar la próxima
generación quindianos que irrumpan en los sectores públicos y privados del
departamento como agentes de transformación política, social y económica con
proyección regional y nacional.
Armando Rodríguez Jaramillo.
arjqundio@gmail.com / @ArmandoQuindio
4 Comentarios
Doctor Armando Rodríguez, su escrito nos deja reflexiones y preocupaciones, y nos impone la tarea de dejar de lado unos supuestos liderazgos que nos tienen sometidos, y trabajar por recuperar nuestra identidad Quindiana, es hora ya de sacudirnos, ni un solo voto para candidatos a Senado foráneos, y mucho criterio para elegir un Senador que nos identifique y represente. Hemos estado colonizados por mucho tiempo basta ya, donde está el alma del Quindío.
ResponderBorrarGracias por su comentario, en efecto, el cambio debemos hacerlo nosotros, esta es un tarea inaplazable.
BorrarUn oportuno "Jalón de orejas" Armando. Relata de manera cruda nuestra intrascendencia, no creo que por falta de talento sino por ausencia de gestión de proyección nacional.
ResponderBorrarAsí es Luis Fernando. El talento lo tenemos, pero hay que empezar ya. Un abrazo.
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